Consiste en que corrientes convectivas ascendentes del manto chocaban con la corteza oceánica empujándola verticalmente, creando las dorsales oceánicas, De esta forma, la corteza oceánica empujada hacia cada lado de la dorsal se iba desplazando y, a la vez, en el centro de la dorsal, el magma subía por el rift y, al enfriarse, se constituía en nueva corteza oceánica a ambos lados de la dorsal; por otro lado, la corriente del manto, a causa del aumento de densidad volvía a arrastrando con ella las fosas submarinas a la corteza oceánica. De esta manera se explica la aparente juventud de la corteza oceánica; está en un continuo ciclo de renovación, se crea en las dorsales y se destruye en las fosas.
Con el tiempo fueron encontrándose diversas pruebas de la expansión del fondo oceánico, pero la más importante sería de nuevo aportada por el paleomagnetismo. Se descubrió que el campo magnéticco de la tierra sufre inversiones de forma periódica, es decir, que la polaridad de los polos se invierte, pasando el polo Norte a actuar com oel polo Sur magnético y viceversa. Estos periodos se denominan de polaridad inversa. Analizando la polaridad de los basaltos contenidos en la corteza oceánica a ambos lados de las dorsales, se observa una disposición en bandas paralelas que corresponden a periodos de polaridad normal e inversa. Esto indica que la corteza oceánica se crea a ambos lados de la dorsal y que conforme se crea nueva, ésta empuja y desplaza lateralmente a la ya creada.
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